¿Sabes ese sentimiento que te recorre el cuerpo cuando llegan las vacaciones de verano y sólo piensas en bañarte en todas las calas habidas y por haber? Justo ese es el que siento cada vez que pienso en crear un look nuevo, diferente, mío.
Me pasa con una prenda en tienda lo que a un diseñador de interiores con una casa sin muebles, imagino la prenda en la piel, con los accesorios y el peinado perfecto ¡En un segundo tengo todo en la mente!
¿Un lugar? Una playa al atardecer, el sonido de las olas de fondo y el olor de la brisa del mar.
¿Un momento? Ahora, ¿Por qué pensar en otro mejor?
Lydia.